PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
La
publicidad se diferencia de otras dos actividades también dirigidas a influir
en la opinión de la gente: las relaciones públicas y la propaganda. Los
términos publicidad y propaganda se usan indistintamente en algunos países de
habla española y se intercambian, pero a nivel profesional y académico ambos
términos hacen referencia a dos conceptos distintos. La principal diferencia
es el tipo de conducta que se propone modificar. En el caso de la publicidad,
se pretende influir en las conductas de consumo de una persona mediante
campañas o acciones publicitarias en diferentes medios y con diferentes
objetivos lanzamiento de un producto, posicionamiento de marca, recordación de
marca, etc. para que el consumidor lleve a cabo un acto de consumo en un corto
o largo plazo. Entretanto, la propaganda trata de que una persona se adhiera a
una ideología o creencia.
Por otra
parte, La publicidad es una forma de comunicación que intenta incrementar el
consumo de un producto o servicio, insertar una nueva marca o producto dentro
del mercado de consumo, mejorar la imagen de una marca o reposicionar un
producto o marca en la mente de un consumidor.
A través
de la investigación, el análisis y estudio de numerosas disciplinas, tales como
la psicología, la neuroanatomía, la sociología, la antropología, la
estadística, y la economía, que son halladas en el estudio de mercado, se
podrá, desde el punto de vista del vendedor, desarrollar un mensaje adecuado
para una porción del público de un medio.
Por otro
lado, también se diferencian los términos publicista y publicitario. Un
publicista es aquel que se dedica a la publicación de artículos de difusión
como puede ser la publicación de una revista; mientras que un publicitario es
el encargado de crear y difundir publicidad como actividad primaria.
De
esta manera, Desde que existen productos que comercializar ha existido la
necesidad de comunicar su existencia; la forma más común de publicidad era la
expresión oral. En Babilonia se encontró una tablilla de arcilla con
inscripciones para un comerciante de ungüentos, un escribano y un zapatero que
data del 3000 a. C. Y, y desde la civilización egipcia, se conocen épocas de
gran esplendor económico y religioso; a esta ciudad tan próspera se le atribuye
uno de los primeros textos publicitarios. La frase encontrada en un papiro
egipcio ha sido considerada como el primer reclamo publicitario del que se
tiene memoria.
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